En ocasiones son unas fosas llenas de cadáveres en Acayucan, en otras que el frío se vuelve extremo, que si la deuda es gigantesca y que los diputados la aprueban. En fin, no siempre lo que llegan son buenas noticias. Pero esta semana me llegó alegría.
Lo conozco desde hace muchos años. Se que eso sonará raro cuando hablo del campeón estatal de ajedrez de la olimpiada sub-12, pero es así. Raí Aldair Arias llegó al primer torneo de ajedrez que organizó el club "Caballeros del temple". Entonces era un niño pequeño de cinco años que no solo movía las piezas sino que también las ponía con intención y buscaba las mejores jugadas. Puedo asegurarles que ese torneo fue tremendamente afortunado: jugamos con unos jóvenes de Veracruz super talentosos, debutó el primer arbitro oficial xalapeño de toda la historia y conocimos a Raí. Todo con muy pocos pesos y el gran entusiasmo de los jóvenes que participaban en el club. Poco a poco descubrimos además de talento para el ajedrez Raí tenía una simpatía tremenda, se hacía amigos de todos en el club y siempre tenía un gran entusiasmo para aprender cosas.
Ahora Raí ha ganado la olimpiada estatal de su categoría y jugará el Nacional Abierto. Diría que se que sus papás estarán orgullosos de él por este triunfo pero no es cierto: lo han estado desde hace mucho, lo han estado desde siempre y con motivos. Rai es talentoso, es alegre, cariñoso y más aún...tiene el poder de mandar alegría hasta el otro lado del mundo.
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