domingo, 6 de septiembre de 2009

Hasta la victoria siempre.

Así firma Raí Aldair Arias su presentación en messenguer desde hace algunos días. Y no es de extrañar. Debe ser impresionante estar ante el tren blindado. Descubrir esa estatua del Che que parece caminar decidido hacia el futuro o encontrarse a un grupo de niños, tan niños como él, que juegan duro y apasionado, que quieren ganar y que trabajan con MF, MI o con un GM tan fuerte como Jesús Nogueiras que fue candidato al título mundial en los ahora lejanos 80s. Nada de jugadores bien intencionados o médicos en sus tiempos libres. Nogueiras señores, Nogueiras.

Y es que Raí ha podido acudir al campamento para niños ajedrecistas que se ofrecía en Cuba. Ha contado desde su llegada con el respaldo de un instructor personal en el MF Orlén Ruiz con el que se estableció una buena comunicación personal y laboral. Participó en simultaneas, clases y torneos. Y en estos, en el último de los tres en los que participó Raí nos llegó la alegría de una Medalla de Bronce obtenida frente a los campeones infantiles de nuestro país hermano.
MI Yuleisky Martí entregando medalla de bronce.


Cabe destacar esta gran experiencia porque sin duda redundará en un crecimiento personal del jugador y, por consecuencia, en un mejor nivel de juego. Pero también debemos destacar la experiencia como un ejemplo que nos muestra porque un país con solo 11 millones de habitantes(apenas 3 millones más que Veracruz) y 140,000 km2 (el doble que nuestro estado) tiene una diferencia tan grande en el nivel de juego cuando se compara con nuestro país. Y la explicación es una sola: trabajo. Porque si el campamento por si solo es un gran esfuerzo, es mucho mayor el que se ha realizado en cada uno de los niños participantes: horas y horas de estudio con su entrenador y muchas más solos o con sus padres en casa. Años y generaciones para preparar buenos entrenadores en cada una de las provincias y muchos torneos por décadas para permitirles un adecuado fogueo.









Pero aún creo que podemos competir con ellos y esa creencia proviene de jóvenes y niños como Raí, que con pasión y entusiasmo se sobreponen a esas carencias estructurales ya mencionadas y nos llenan de alegrías. Así que si Raí, hasta la victoria...siempre.





Con Yuniesky Quezada



"La arcilla fundamental de nuestra obra es la juventud; en ella depositamos nuestra esperanza y la preparamos para tomar de nuestras manos la bandera"

Dr. Ernesto Guevara de la Serna.